¿TE ESCOGIÓ TU HIJO COMO SU MADRE?


 

¿ESTÁN DESTINADOS LOS BEBÉS A UNA FAMILIA? 

 En realidad, es tu hijo quien te eligió a ti antes de nacer, porque ellos, antes de llegar a este mundo deciden quienes serán sus padres… No existen casualidades, ese niño o esa niña que nació de tus entrañas te escogió a ti y a nadie más. (Lo dice la biblia y lo dice la ciencia).


¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

 

Según dice una de las escrituras de la biblia, Jeremías 1:5 “Antes de que te formase en el vientre de tu madre te conocí. Antes de que nacieras te santifiqué, te di por profeta a las naciones”.

 

Esta escritura, así como muchas otras, dan testimonio para los creyentes de que Dios nos conoce desde antes de nacer y de que existe una separación entre el cuerpo y el alma.

 

¿QUE DICE LA CIENCIA?

La hipótesis del Dr. Rick Strassman, quien en su libro “DMT: The Spirit Molecule”, sugiere que el alma humana encarna en el cuerpo en la séptima semana después de la concepción, utilizando la glándula pineal como canal espiritual y a la molécula dimetiltriptamina (DMT) como un catalizador.

Creyentes o no, a todas las mamás alguna vez se les ha cruzado por la mente esta pregunta y otras preguntas acerca del alma de nuestros bebés. ¿Estaba preestablecido que seríamos sus padres? ¿Les prometimos antes de nacer que los traeríamos con nosotros?

 

 

Creo que todas las mamás podemos percibir ese algo tan especial desde el momento en que nos enteremos que estamos esperando un bebé y, a veces, antes de que esto pase.

 

A lo mejor la ciencia y las religiones no tienen una respuesta unánime, pero todas las mamás sabemos que conocemos a esa personita desde antes del primer latido de su corazón.

El alma del bebé decide los padres que quiere tener para poder llevar a cabo las experiencias que se ha pactado junto a ellos.

Las mamás podemos percibir un algo especial desde el momento en que nos enteremos que estamos esperando un bebé y, a veces, antes de que esto pase. ¿Es esto una pista de otra vida donde ya nos conocíamos?


IDA TRAS VIDA.

Se dice que las almas unidas por la energía del amor suelen encontrarse vida tras vidas en sus caminos de evolución, ocupando roles importantes la una para la otra.

La verdad es que no hay una ciencia exacta detrás de esto, ya que la ciencia sólo estudia lo empíricamente demostrable. Aunque existen algunas teorías un tanto fundamentadas de que existiría una separación entre el cuerpo físico y el alma o espíritu, es muy poco lo que la ciencia puede aportar con respecto al tema.

 

EL ALMA ANTES DEL NACIMIENTO

Elizabeth Clare Prophet dice en sus libros 

“El alma puede estar cerca de los padres antes de la concepción y, a veces, años antes. Durante el periodo del embarazo y desde el mismo momento de la concepción, el alma del bebé es una participante activa”.

Según Prophet, el alma se integra del todo con el cuerpo del bebé en el momento del nacimiento y se borra su memoria llena de preexistencia en el mundo celestial o de vidas pasadas, dejando una página blanca para crear nuevas oportunidades de vivencias. Además, el alma espera con interés el nacimiento y el cumplimiento de su misión en la vida, porque por alguna razón eligió ese cuerpo y ese entorno.

No quiere decir que el feto no tenga alma, la tiene y es esa que está ahí, dentro, fuera, rondando… Porque él aún no tiene la densidad de esta dimensión y puede permitirse el placer de viajar, sentir y conocer todo el entorno antes de nacer, aunque luego al nacer se le olvide todo.


L ALMA TE ELIGE PARA APRENDER

La creencia ancestral Kundalini dice que cuando un alma decide reencarnar de nuevo, lo primero que hace es elegir el tipo de vida que desea tener basándose en las lecciones de vida que desea aprender. De esta manera elige a sus padres y espera tranquila su momento de reencarnar alrededor de la energía de la madre.

Su elección dependerá de un propósito kármico, por lo que se puede deducir que el alma de un niño dado en adopción tiene que aprender algo relacionado al abandono y lo mismo con otras cuestiones como el rechazo en los embarazos por violaciones o los bebés que mueren antes de nacer y que ayudan a los futuros padres a aprender a superar una pérdida.

Según esta teoría, toda alma viene a aprender algo que no aprendió en su vida anterior o a ayudar a la familia a aprender algo y se integra al cuerpo a los 120 días de gestación, (esta es la diferencia entre ambas creencias).

Las dos afirman que la conexión con los padres antes de nacer es tan fuerte que incluso muchas mujeres sueñan con la imagen exacta de sus hijos mucho tiempo antes de su nacimiento, incluso años. No imaginan a ese bebé, sino que perciben la energía de ese bebé que ya las eligió (ya se eligieron) y llegará a sus vidas tarde o temprano.

Los bebés están más conectados con el mundo espiritual de lo que nosotros queremos darle créditos. ¿Cuán seguido no vemos bebés riéndose mientras miran algo por arriba de tu hombro y tú sabes que no hay nadie allí? Y con el tiempo, mientras su conexión con su cuerpo físico crece, eso va desapareciendo.


NOSOTROS ELEGIMOS A NUESTRAS FAMILIAS ANTES DE NACER

 

Según lo expresado en Soy Espiritual, “el alma de un bebé escoge a los padres y a la familia dónde va a nacer hasta 3 meses antes de la concepción”.

 

Con esta creencia, tratan de descartar la célebre frase que muchos hemos usado con nuestros padres cuando nos enojábamos por algo: “Yo no te pedí que me trajeras al mundo. Yo no elegí que seas mi madre”.

 

El libre albedrío se halla en el principio de la emanación, cada alma elige dónde nacer, sus formas y quiénes serán sus procreadores para cumplir con la misión de vida.

 

Hay almas que eligen enseñar el amor en un entorno familiar adverso, otras a salvar una circunstancia o la infinitud de motivos para decidir existir. El alma elige a sus padres a solicitud de la conciencia y sub-conciencia a la supra-conciencia, en un momento de implosión.

 

Igual como a Martin Luther King que no tuvo un sueño, sino que un sueño lo tuvo a él.

 

Para los antiguos griegos el alma elegía un cuerpo y una vida que les posibilitara, por vía del conocimiento, a separar lo puro de lo impuro.

 

 

***

 

Para mi hermosa hija. Gracias por elegirme. Te amo infinitamente mi amor.

 

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